¿Sex in the City? No, en Australia

Fumar y pedir más copas cuando ya no estás en condición de hacerlo (o mejor dicho cuando ya estás borracho) son dos cosas que no puedes hacer en un antro australiano. Lo que sí puedes hacer es toparte en el baño con máquinas de condones… sí, por si acaso.

Después de una larga noche de fiesta, pasadas las doce de la noche es común encender la tele y encontrar comerciales de líneas 900 y porqué no algunas películas con mujeres en topless.

¿Cómo explicar esto? De acuerdo con una encuesta efectuada por la revista Men’s Health Australia, los australianos tienen sexo una o dos veces a la semana, ven ocasionalmente pornografía, se consideran buenos amantes y si tuvieran un súper poder, éste sería seducir a una mujer instantáneamente.

Pero eso no es todo, así como en la ciudad de México se realiza anualmente la Expo-Sexo, en Australia desde hace once años se celebra Sexpo, la exhibición más grande de sexo en todo el continente y a la cual acuden más de un millón y medio de personas a lo largo de Sídney, Melbourne y Perth, tres de las principales ciudades de Australia.

A diferencia de la Ciudad de México, en donde el tema del sexo se mantiene todavía reservado, los australianos se encuentran lejos de tenerle pena. Durante Sexpo es común encontrar a parejas -comprometidas o no-, matrimonios y amigos disfrutando de la exposición. Acuden juntos a las explicaciones y el morbo es algo inexistente, al menos como lo conocemos en México.

Abiertos, tolerantes y sin temores son algunas de las características que tienen los jóvenes australianos hacia la sexualidad. En zonas como Oxford Street, la calle gay de Sídney, es común ver parejas del mismo sexo caminando a lo largo del día: la gente se mantiene respetuosa. En regiones como Kings Cross, la “Zona Roja” de Sídney, también.

De acuerdo con una investigación realizada recientemente por el Australian Research Center in Sex, Health and Society de LaTrobe University, los aussies comienzan a tener relaciones a los 16 años -tanto hombres como mujeres-, y eso sí: les gustaría tener sexo diario o más seguido.

Para los aussies tener sexo antes del matrimonio es aceptable, aunque tener un affaire fuera de una relación es mal visto. El uso del condón está vinculado con el tipo de pareja y con la anticoncepción: 40% de los encuestados usa condón con compañeros casuales, mientras que 22.5% lo utiliza con una pareja regular con la que no vive. El hecho de que el condón se rompa durante una relación está asociado con la experiencia del que lo usa más que con la calidad del condón o el lubricante. La religión no representa ningún motivo para no utilizarlo; sin embargo, el método de anticoncepción más usado es la pastilla.

Por increíble que parezca, los australianos tienen en general poco conocimiento acerca de las enfermedades de transmisión sexual, aunque generalmente son las mujeres quienes saben más de esto que los hombres. El herpes genital, la gonorrea y la clamidia son las enfermedades más comunes entre la gente sexualmente activa en Australia. En general, los australianos no tienen una actitud conservadora hacia la sexualidad y sólo una minoría substancial -entre los hombres- ha pagado por sexo al menos una vez durante toda su vida. Aunque eso sí, los australianos gastarían un día de paga para salir con su pareja… No worries!, así es Australia.